En el pequeño pueblo de Bushmills, asentado a orillas del río, se encuentra la destilería en funcionamiento más antigua de Irlanda. Un lugar donde la familia y los amigos han trabajado durante generaciones, en un pequeño pueblo norirlandés que durante más de 400 años ha mantenido la filosofía de que la elaboración a mano de pequeños lotes es la forma de producir un whisky irlandés de hermoso sabor suave.